Club Atlético Trenque Lauquen
El Club
Atlético es uno de los clubes de fútbol más importante de Trenque Lauquen,
fundado el 7 de julio de 1922 por un grupo de amigos. Pascual Laborde, Eugenio
Rojo, Dino Alagma, Ricardo Luna, Etelvino Rodríguez y Pedro Sartoris formaban
un grupo de jóvenes con inquietudes deportivas y no tardaron en resolver lo que
por entonces era una demanda que crecía a ritmo parejo con el desarrollo de una
comunidad que estaba por llegar a su cincuentenario.
Aquellos
muchachos se reunían habitualmente en una confitería local y venían madurando
la idea de fundar un club desde 1921 pero fue recién al año siguiente cuando
finalmente, y después de largas charlas con amigos, tomaron la decisión y
convocaron a una asamblea que se realizaría el 7 de julio en el local de la
sociedad italiana.
Tras
deliberar sobre el tema, quedó fundado el nuevo club. La primera comisión
directiva fue presidida por Pascual Hilario Laborde, lo acompañó como vice José
María Garate, el secretario fue Atilio Brizuela, prosecretario José Ortega, el
tesorero Etelvino Rodríguez, protesorero Eugenio Rojo, vocales titulares
Ricardo Luna, Augusto Biotti, Dino Alagma, Abel Dozo y Olmes Broul, vocales
suplentes Pedro Sartoris, Esteban Minoli, Rafael Alonso Conde.
El lugar
elegido para colocar sus instalaciones fue uno de los lugares más hermosos de
la ciudad, el parque municipal, obra de Francisco Vignau que ofrecía grandes
dimensiones, pero también algunos sectores con depresiones casi intransitables
que demandaría un gran trabajo de movimiento de suelo.
El club
Atlético Trenque Lauquen comenzó a funcionar como tal en la cancha que
anteriormente había utilizado el desaparecido Club Porteños Unidos. Pero el
predio donde se ubicaba el campo de juego era de difícil acceso y tal vez por
ese motivo fue concedido por el entonces intendente Felipe Arrastúa quien
comprometió a los flamantes dirigentes a la tarea que la redundaría en
definitiva en un beneficio para la comunidad.
El
acuerdo fue que la nueva institución debía rellenar totalmente el terreno que
era según cuenta la historia, rescatada por la propia entidad virtualmente un
fantástico pozo de más de 2 metros de profundidad con un enorme contorno. Pero
el otorgamiento de aquellas tierras no fue gratuito y se fijó la suma de $40
mensuales en concepto de alquiler, que superó en principio las posibilidades de
Atlético que le solicitó al Honorable Concejo Deliberante que reconsiderara su
situación y principalmente el monto del arrendamiento que finalmente fue
aprobado en una nueva sesión en $20.
El
trabajo que tuvieron que encarar entre dirigentes y socios fue prácticamente
una obra de ingeniería. Para lograr una buena nivelación en el sector lindero a
la laguna del parque, y lo lograron colocando un sistema de rieles en la cima
de una loma donde hoy se encuentra ubicado el ex Hotel El Faro, y transportando
desde ahí miles de paladas de tierra y arena en unas vagonetas que iban y
venían sin más propulsión que la combustión que producía la sangre joven que
corría por las venas de aquellos entusiastas hombres del barrio del parque.
Una vez
finalizada la primera etapa, se adoptaron como medidas prioritarias la
construcción de un campo de deportes para la práctica del fútbol y de una
pileta de natación. Fue importante en ese período la colaboración de 80 socios
que rápidamente ingresaron para formar parte activa de la institución.
Con los
primeros aportes se delineó la cancha de fútbol y se aceptó un presupuesto de
un reconocido constructor de la época como era Serafín Pérez. Fue el encargado
de ejecutar la obra de una pileta de grandes dimensiones, 25 metros de largo,
10 metros de ancho y una profundidad de 3 metros a 1 metro 20 de un extremo al
otro. La dirección estuvo a cargo del Ingeniero Adolfo Mugica, padre del
reconocido sacerdote, amigo de Pascual Laborde desde su época de estudiante,
que viajó a Trenque Lauquen en varias oportunidades para supervisar los
trabajos.
Así fue
que el 28 de enero de 1923, a cuatro meses de su iniciación, quedó habilitada
la primera pileta de la línea del oeste y la tercera de la Provincia de Buenos
Aires. El mismo año, 1923, comenzó la práctica formal del fútbol, pero el
plantel ya estaba conformado desde 1922. En 1941 el club obtuvo su primer
título de primera división.
Con las
instalaciones deportivas arraigadas en el parque municipal, surgió la necesidad
de contar con una sede social y secretaría que se concretaría muchos años
después. Recién en 1954 y con esa finalidad se alquiló un local que estaba
ubicado en la calle Roca al 900 y era propiedad de Andrés Sorensen. En el inmueble
transcurrió buena parte de la vida social del club, desde las famosas tertulias
que organizaba la entidad hasta los asados que en la semana compartían
jugadores de diferentes categorías y las reuniones directivas en el altillo
donde se había construido la secretaría.
Años más tarde, Atlético se alió con el club Carapachay y adquirió un importante inmueble en Monferrand y Alem, que luego fue vendido y desde entonces toda la actividad del club se centró en la calle Belgrano 1250 (actual dirección del club). Ahí fue inaugurada la tesorería donde el club atesora triunfos y recuerdos y lleva el nombre de Pedro Sartoris. El diseño del escudo de la institución fue obra de Felipe Villaro. Pascual Hilario Laborde, primer hijo del pueblo con título universitario, fue quien propuso las rallas verticales rojas y blancas para la casaca de Atlético porque en él perduraban los recuerdos del Club Alumni, en cuyas divisiones inferiores había jugado, las mismas del Club Estudiantil Porteño que también lo tuvo en sus filas. El campo de deportes lleva merecidamente el nombre de este socio fundador y primer Presidente.


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